El descuido de un motociclista termina con dolorosas consecuencias.
Conducir una motocicleta implica adoptar una serie de nuevas condiciones que difieren radicalmente en comparación a la operación de un automóvil. Sin embargo, hay una regla de oro conocida por todos los conductores, ya sea de auto, moto o patineta, que no podemos evitar recordar: jamás detengan la marcha en una carretera con flujo continuo. Ésta fue una lección aprendida con dureza por el motociclista que protagoniza nuestra presente nota.
Cuando un vehículo avanza en una carretera saturada, la distancia y la velocidad son dos factores determinantes para optimizar las condiciones de seguridad, tanto para el conductor como para los otros que lo rodean. El mismo principio aplica con las motocicletas. Así entendido, sin importar que un viaje se realice en grupo, como suelen hacer los motociclistas, cada operador es responsable por su propia máquina. En consecuencia, cada motociclista debe ser consciente de sus alrededores, incluso si es acompañado por un conjunto de compañeros.
En el siguiente video, podemos apreciar la forma en la que un descuidado motociclista detiene el avance de su vehículo para asegurarse de que no ha perdido a los miembros de su grupo. Este imperdonable descuido provoca un desastroso choque y ofrece momentos de alta tensión cuando el motociclista casi es arrollado por el pesado tránsito de aquella autopista. No se pierdan toda la acción en el enlace adjunto y aprendan del error cometido por este afortunado inepto.
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