Javier Fueyo

En la actualidad, las principales compañías de la industria automotriz (tanto en USA como a nivel internacional) cuentan con sistemas de infoentretenimiento que dejan mucho qué desear. Las encuestas más recientes conducidas entre el público norteamericano revelan que la gran mayoría de los clientes no está completamente satisfecho con las funciones proporcionadas por este tipo de tecnologías, debido a las incómodas plataformas y confusas interfaces.

En consecuencia, millones de clientes potenciales recibieron con gusto la noticia de que Google y Apple ofrecerían sus sistemas Android Auto y Car Play, respectivamente. Ambas plataformas ofrecerán la amigable interfaz que la mayoría reconocemos de nuestros smartphones o tablets. No obstante, la buena nueva no sentó nada bien con algunos fabricantes de importancia, como Toyota y Ford, que han formado una alianza para frustrar el avance de Google y Apple en el dominio del mercado de los tableros digitalesy sistemas de infoentretenimiento.

Hace un par de años se anunció por primera vez que CarPlay y Android Auto serían lanzados al mercado, pero desde entonces Google y Apple han reportado humildes progresos. Tal parece que el tiempo seguirá transcurriendo. Mientras tanto, los fabricantes mantendrán su posición y participarán en la ardua lucha por no perder el control de la producción y distribución de tableros y aditamentos digitales que encontramos en la cabina de un vehículo.

En una época en la que ruge una fiera contienda por obtener la máxima superioridad tecnológica, resulta difícil pensar que hay alguien capaz de interponerse en el camino de Google y Apple. Sin importar quién salga victorioso de esta contienda, los clientes serán aquellos que reciban los beneficios, gracias a que aumentará la calidad del producto y la satisfacción de los propietarios. Y eso es lo que de verdad importa, ¿no es así?