Seguramente que al mencionaros este impresionante modelo, a más de uno les venga a la cabeza las imágenes famosas de un DB5 en las que James Bond manejaba este modelo a toda velocidad en Goldfinger y Operación Trueno.
En 1963 Aston Martin comenzó con la fabricación del DB5, un modelo del que se produjeron un total de 1.023 unidades. Inicialmente este Aston Martin se fabricó con carrocería coupé de 4,57 metros, la cual resulto ser la más demandada por los clientes. En este mismo año también se lanzó la versión cabrio, y un poco más adelante se comercializó incluso un Aston Martin DB5 Break.
El DB5 contaba con un peso de 1.465 kilos en su variante más liviana, un propulsor de seis cilindros en línea con cuatro litros de cubicaje y una potencia de 286 CV que se dirigían al eje trasero. Este modelo era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h y realizar el 0-100 km/h en 7,6 segundos. En 1964 se lanzaría una variante más prestacional bajo la denominación Aston Martin DB5 Vantage con 315 CV de potencia y de la que tan sólo se hicieron 65 unidades bajo esta configuración.
Recordar que la denominación DB se tomaba del máximo mandatario de Aston Martin entre 1947 y 1972, David Brown. Aunque este modelo dejó de fabricarse ya hace medio siglo aún a día de hoy sigue considerándose una joya y una revolución automovilística de la época.
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