Julio Alejandro Saldívar

La compañía Geotab ha publicado datos que detallan cómo las baterías utilizadas por los vehículos eléctricos se degradan con el tiempo.

Geotab utilizó datos de 6,300 vehículos eléctricos en todo el mundo y descubrió que, en promedio, las baterías pierden alrededor del 2.3% de su capacidad por año, según informe de Quartz. Geotab dice que, a este ritmo, la mayoría de las baterías durarán más que la vida útil de los vehículos que alimentan.

El estudio continuó demostrando que la forma en que una batería se enfría por aire o por líquido puede afectar su longevidad. En comparación, la capacidad de la batería de un Tesla Model S 2015 disminuyó en un promedio de 2.3% cada año, mientras que la batería de un Nissan Leaf 2015 disminuyó un promedio de 4.2% este año. El Tesla utiliza un sistema de refrigeración líquida, mientras que el Nissan se basa en un sistema pasivo de refrigeración por aire.

Geotab señala que la degradación de una batería no es lineal. Como resultado, una disminución lenta durante muchos años puede ser seguida por una fuerte caída. Además, varios propietarios de Tesla han dicho que la rapidez con que se puede cargar una batería puede cambiar con el tiempo, a medida que los fabricantes de automóviles introducen actualizaciones por aire para proteger las baterías, como lo ha hecho Tesla en el pasado.

Curiosamente, los datos mostraron que los vehículos eléctricos que se usan con frecuencia no experimentan más degradación de la batería que los que no se conducen o cargan con tanta frecuencia.

Sin embargo, la ubicación de un EV juega un factor en la longevidad de la batería. Los vehículos eléctricos utilizados en climas cálidos se degradan mucho más rápido que aquellos que funcionan en climas más fríos. La carga rápida frecuente también acelera la degradación de la batería.