Detrás de esa parrilla, el BMW Serie 4 2021 es un Cupé atractivo elegante y, sobre todo, con un manejo ágil. Así nos fue tras el volante de este deportivo de dos puertas.
Por: Roger Rivero
Durante la mayor parte de su existencia, el BMW Serie 3 estuvo disponible como sedán, Wagon o furgoneta, Cupé y convertible. Luego, en 2013, BMW decidió que los modelos Cupé y convertible de dos puertas de la Serie 3, deberían germinar en su propia línea de modelos a la que llamaron Serie 4, que, en la actualidad, se ofrecen como modelos 430i, 430i xDrive y M440i xDrive. Ahora entrando en su segunda generación, el BMW Serie 4 del 2021 es uno de los modelos más controversiales del fabricante, por un pequeño cambio de apariencia que parece haber dividido las opiniones.
Como es de esperar, la Serie 4 tiene mucho en común con su contraparte de cuatro puertas la Serie 3, pero BMW se apresura a señalar que el nuevo 4 es más que un Serie 3 con dos puertas de menos. Presenta un estilo completamente diferente, algunos cambios únicos debajo del capó, modificaciones de suspensión y, lo que es más notable, una enorme parrilla en forma de riñón, motivo de discusión en foros, charlas, estacionamientos, gasolineras, reuniones de periodistas y casi cualquier lugar donde se estacione un BMW Serie 4.
Casi desde cualquier ángulo que lo contemple, el BMW Serie 4 es un auto hermoso. Tiene las proporciones clásicas de un cupe deportivo con capó largo y maletero corto. Creemos que se ve mejor en su perfil lateral, donde un diseño minimalista con ventanillas sin marco, guardabarros agresivos y el famoso Hofmeister-kink (un rasgo característico de los BMW, que debe su nombre al jefe de diseño de la marca hasta el 1970 y consiste una curvatura hacia delante en el pilar C del auto) trabajan en conjunto para lograr un flujo atractivo y casi seductor.
Cuando aseguro que este auto se ve hermoso “casi” desde cualquier ángulo, sustento la carencia del efecto completo por su frente. BMW no es el primer fabricante en sobredimensionar la parrilla frontal en uno de sus autos. Lexus hace tiempo lo hizo en sus modelos, y a fuerza de la persistencia casi que nos hemos acostumbrado. El fabricante alemán parece tuvo sus dudas y ha afirmado que el cambio solo se confinará (tenia que usar la palabra de moda) a los autos de la Serie 4.
Los fans de BMW han sido los primeros en expresar su desconcierto con la enorme parrilla en forma de riñones. Los que prefieren otras marcas, sobre todo de fabricantes alemanes, han aprovechado para mofarse usando memes a diestra y siniestra. BMW justifica el cambio, pues dice que el nuevo motor más potente necesita mayor circulación del aire.
Yo puedo lanzar un dardo a favor de BMW. En realidad, se ve más detestable en fotos que en persona, pero en ciudades donde es obligatorio colocar las placas en la parte delantera, el efecto visual incluso se deteriora aún más.
El exterior del BMW Serie 4 puede verse radicalmente diferente a su contraparte sedán, pero en el interior los dos parecen casi idénticos. Toda la botonería parece seguir siendo el mismo molde, al igual que el volante, la palanca de cambios, el sistema iDrive y las pantallas del grupo de indicadores.
En cuanto al maletero, también es notablemente más pequeño que el Serie 3, con solo 12 pies cúbicos de almacenamiento. Sin embargo, BMW le permite plegar los asientos traseros, lo que abre una sorprendente cantidad de espacio para un cupé compacto.
A diferencia de la Serie 3, la Serie 4 de BMW incluye asientos y un volante deportivo como equipo estándar. Todas las luces de la cabina son LED y los compradores pueden optar por un paquete de iluminación ambiental, con opciones de color ajustables en los paneles de instrumentos y puertas. La posición de manejo es más baja, y si bien en el frente el espacio y comodidad están garantizados, en el asiento trasero, como en otros cupés, la historia es diferente.
En conjunto, el interior no difiere mucho de otros autos del fabricante, y esto no es malo. Es atractivo, elegante, con materiales de primera calidad y la estupenda terminación a que nos tiene acostumbrados BMW.
Las características de seguridad estándar incluyen alerta de salida del carril, frenado automático de emergencia con detección de peatones, luces altas automáticas y monitores de punto ciego. La mayoría de las prestaciones de seguridad y comodidad para el Serie 4 están incluidas en paquetes adicionales, un estilo muy BMW. Puede agregar por ejemplo el paquete profesional de asistencia a la conducción por $1,700 dólares, que le brinda control de crucero adaptativo, así como asistente extendido para atascos de tráfico y una función de asistencia al conductor de nivel 2, para poder relajar algo la tensión en la autopista.
La Serie 4 está disponible con tecnología de conducción manos libres en situaciones limitadas, que también cambiarán de carril por ti al activar la señal de giro. De serie viene con indicadores analógicos y una pantalla a color de 5,1 pulgadas en el grupo de instrumentos, así como una pantalla táctil central de 8,8 pulgadas para la suite de infoentretenimiento iDrive 7. Opte por el paquete “Live Cockpit” y vera su inversión materializada en una pantalla de indicadores totalmente digital de 12.3 pulgadas, como la que se ofrece en los otros modelos de BMW, así como a una pantalla multimedia central de 10,2 pulgadas. Independientemente de los modelos, la navegación viene de serie, con datos de tráfico en tiempo real de BMW Maps. Tanto Apple CarPlay como Android Auto son estándar y de forma inalámbrica, así que puede dejar los cables en casa.
Hay plenitud de motores disponibles para colocarle al BMW Serie 4. El base es un turbocargado 2.0 litros, cuatro cilindros y 255 caballos. En el otro extremo encontramos otro turbo de 3.0 litros y 503 caballos de potencia, quedando en el medio otros dos motores de 382 y 473 caballos, todos con seis cilindros.
Un motor potente y una buena transmisión son ingredientes fundamentales en la ecuación, pero lo que realmente hace que un automóvil sea divertido es cómo se comporta en carretera, y si esta es bien serpenteante pues mejor. Ahí es donde brilla la Serie 4 de BMW. Su dirección precisa y su manejo ágil hacen que sea más divertido de conducir que muchos de sus compañeros de clase. Y aunque la agilidad de algunos automóviles se produce a expensas de la calidad de conducción, este BMW proporciona una conducción amortiguada incluso sobre pavimento irregular. Este es uno de esos autos que puedes llevarlo un domingo en la mañana a una carretera con muchas curvas y “tirarlo” con confianza (pero sin excesos, agregaría) y te demostrará que los bávaros siguen profesando el arte del buen manejo.
Nosotros probamos el 430i con el motor más pequeño, y podemos afirmar sin titubeos que se siente potente, y capaz de mover al auto con presteza en cualquier situación. 5.5 segundos necesitará para alcanzar las 60 millas o los 97 kilómetros. Si cree que es mucho tiempo pues habitúa salir retrasado de casa, le recomendamos el M4 Competition, para que alcance la misma velocidad en 3.8 segundos.
Hay espacio para “mejorar” la Serie 4 de BMW si tiene interés en hacer su auto más dinámico, y agregar unos dólares más al pago mensual. Además del paquete de apariencia “M Carbon Exterior” por $4,700, hay otros seis paquetes de rendimiento disponibles. El paquete “Dynamic Handling” por $2,450 agrega un diferencial y frenos deportivos y llantas de 19 pulgadas. Podría también emocionarse y agregar el “Cooling and High Performance Tire”, “M Driver’s”, “Suspension adaptativa M”, o el paquete de frenos de cerámico “M Carbon Ceramic Brakes” por otros $8,150. Como verá, si hay dinero BMW tiene paquetes.
El BMW Serie 4 2021 viene en tres versiones principales: 430i, M440i y M4. Cada versión tiene su propio tren motriz, y eso es lo principal que separa a los distintos modelos de la Serie 4. El modelo base 430i como el de nuestra prueba viene bien equipado, y es una excelente opción para cualquier comprador. Como cupé cuesta $45,600, mientras que la versión descapotable sube a $53,100. El M440i es más divertido de conducir, pero también conlleva un aumento de precio.
El M4 es el más potente y costoso por supuesto. Comienza en los $71,800 y puede subir a los $74,700 para el M4 Competition. Compiten con este BMW el Mercedes-Benz Clase C Cupé, Lexus RC, Audi A5 o Infiniti Q60.
Hay muy poco que objetarle a este BMW Serie 4. Es uno de esos autos que seduce al conductor desde tantos ángulos (o casi todos si recordamos la parrilla) que se convierte en un deleite conducirlo de ida a un restaurante o concierto nocturno (cuando los haya) en un viaje de larga distancia o conduciendo medio chalado por carreteras sinuosas.
En cualquier escenario este auto no lo defraudará, y de eso se trata. BMW arriesga un poco tratando de diferenciarlo de la Serie 3 con un frente poco común de nariz incomoda, pero garantizo que quienes lo prueben en la carretera, seguramente pasaran por alto el frente algo furioso.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.
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