Las marcas invierten mucho tiempo y dinero en el desarrollo de sus autos; y en tratar de mantenerlos ocultos hasta su presentación con todo tipo de camuflaje ¿Realmente funciona?
El desarrollo de un auto tarda cuatro o más años, por lo que las marcas hacen esfuerzos titánicos por mantener sus proyectos ocultos durante todo ese tiempo. En etapas iniciales, se utilizan cuerpos falsos que simulan otros modelos para ocultar los prototipos de desarrollo. Cuando Chrysler desarrolló sus nuevos sedanes de propulsión trasera de la mano de Daimler, utilizó la carrocería de un 300M que, como recordarán, era de tracción delantera. GM usó un Holden Commodore Ute para disfrazar a los primeros Corvette C8 de motor central. Y Rolls-Royce usó un Phantom “levantado” para ajustar la Cullinan. En etapas más avanzadas, se colocan paneles falsos en áreas clave como fascias y parrilla.
Sin embargo, hay un momento en que tienen que sacar a las calles el modelo con la carrocería final, o casi, para probar cosas como la aerodinámica o hasta los radares de los sistemas de asistencia a la conducción. Las primeras mulas de prueba suelen estar cubiertas de plástico, pero eventualmente tienen que decantarse por el camuflaje. La palabra inicialmente nos puede remitir a vehículos o implementos militares con patrones y colores para ocultarse en el bosque o el desierto. Sin embargo, los patrones de los autos usualmente son a blanco y negro, aunque algunos también mezclan patrones de otros colores.
Por supuesto, pocas cosas son nuevas bajo el sol. En la naturaleza, son muchos los patrones destinados a confundirse con su entorno. Los grandes felinos son buenos en eso. Incluso un diseño que nos puede parecer desconcertante, como las franjas negras y blancas de las cebras, a decir de los expertos busca confundir a los depredares y evitar que pueden visualizar adecuadamente a un ejemplar específico entre la multitud. Y esa es más o menos la intención en los autos. La idea es crear el mayor impacto posible cuando se haga la presentación final –como evitar ver a la novia antes de la boda-, de modo que hay ingenieros dedicados al diseño del camuflaje y a evitar filtraciones.
“Cuando revelamos un vehículo, debería ser una ocasión muy importante“, menciona Mike Rosinski, gerente de desarrollo de vehículos en Nissan North America. “Para no restarle emoción a la revelación, tenemos que mantener los autos siempre disfrazados y en secreto“.
Los diseños se hacen cada vez más intrincados, con el fin de ocultar detalles específicos del modelo, como ocurrió con el BMW Serie 4 y su enorme parrilla. También se busca ocultar la forma de faros y calaveras y hasta la línea de cristales o líneas de carácter que inauguran un nuevo lenguaje de diseño. Esto acarrea el reto de equilibrar qué tanto se cubre y qué tanto se deja al descubierto. Las nuevas líneas maestras deben permanecer ocultas, pero los sistemas de alimentación de aire y de iluminación deben ser totalmente funcionales. Para esto existe el camuflaje de deslumbramiento, para el que los alemanes incluso tienen su propia palabra: Erlkönige.
A veces los mejores esfuerzos de las marcas son insuficientes. Sin importar cuan creativos sean con el camuflaje, no es raro que tristemente –para ellos- el diseño final termine por filtrarse. Pasó con el Volkswagen Golf MKVIII por delante, por detrás y por dentro, con lo que se convirtió en su momento en el secreto peor guardado de la industria. Pasó con la Ford Bronco 4-Door y la con la Bronco Sport; y pasará con muchos otros más. Muchas veces ocurre en sesiones de fotos promocionales, aunque ha ocurrido en gasolineras e incluso en las líneas de montaje de unidades preserie o con piezas de proveedores.
Esto ha provocado que los autos se cubran con camuflaje lo más pronto posible y que permanezcan así incluso en la “seguridad” de las instalaciones de la marca. El moderno software de reconocimiento de imagen también es un reto. La carrera tecnológica también corre en el lado contrario, al crear patrones que no sólo confundan al ojo humano, sino también a los programas más avanzados. Al final, tanto esfuerzo termina siendo llamativo. Es más fácil ignorar un auto que parece “común”, que una mula de pruebas cubierta de plástico, paneles falsos y vinilo adhesivo con diseños sicodélicos y coloridos. Esto se vuelve peligroso en una era donde la gran mayoría de la gente tiene acceso a una cámara e internet.
Por supuesto, fotos de una mula de pruebas con el camuflaje suficiente, acompañadas de textos donde los periodistas del motor tratan de discernir qué diablos hay debajo de todo eso, resultan una buena forma de publicidad… siempre que no sea demasiado reveladora. Varias marcas dan adelantos de sus futuros modelos con estas mulas de prueba con camuflaje. Audi nos adelantó a la SUV eléctrica e-Tron de esta forma. El Lamborghini Aventador SVJ que estableció el récord en Nürburgring también estaba cubierto de camuflaje. El Land Rover Defender resucitado también se presentó previamente así. Y el Renault Mégane RS hizo un debut dinámico en Mónaco en 2018.
Las expectativas generadas son altas, de modo que a lo largo de los años surgieron fotógrafos “espía” especializados en cazar mulas de prueba, especialmente aquellas con poco o nulo camuflaje. No es de extrañar que marcas como Nissan mantengan sus prototipos bajo llave y los transporten en remolques cerrados. Nissan ha usado más de dos millas de rollos de vinil con camuflaje para sus más recientes desarrollos. Sin embargo, la firma nipona podría habernos dado el spoiler más grande del mundo durante la pasada presentación de las Frontier y Pathfinder. En el fondo del estudio del diseñador Alfonso Albaisa apareció un Nissan Z Gris que difería en detalles del prototipo presentado en semanas anteriores.
El cubano-americano Alfonso Albaisa, vicepresidente senior de diseño global de Nissan, nos habla de la tradición y la modernidad que se conjugan en el diseño del Z Proto.
Aunque no habrá Auto Show de Los Ángeles este año, varias marcas realizan presentaciones como el Honda Civic Prototype, la segunda generación del Subaru BRZ, la Infiniti QX55 o el Lamborghini Huracán STO, como una muestra del Salón que no fue.
El Nissan Z Proto, el adelanto del relevo del 370Z, luce prácticamente listo para producción. Viene con un nuevo motor V6 y una transmisión manual, además de un diseño fuertemente evocador que se inspira en los autos Z más celebrados.