Hace ya 40 años, Volvo invitó desde su sede central de la marca sueca en Torslanda, a varios periodistas a realizar un viaje en avión, que les llevo hasta la pequeña ciudad de Borlänge, donde les esperaba una fila de Volvo 244 GL, todos en color naranja (un color muy típico en aquella época), y con su interior en la misma tonalidad. Esta fue la primera impresión sobre un auto que poco a poco terminó convirtiéndose en el primer gran éxito de la marca, reconocido por su seguridad pasiva y fiabilidad mecánica.

En los 19 años que estuvo a la venta este popular modelo, se produjeron un total de 2.862.573 unidades hasta 1993, lo que lo convierten en el Volvo más producido de la historia. La gran mayoría (2.685.171 unidades) era de la serie 240, mientras que 177.402 pertenecían al Volvo 260, la serie más exclusiva.

 

Exteriormente el Volvo 240 mostraba un frontal inspirado en el coche de seguridad VESC que se había presentado dos años antes, llamando la atención de todos sus con grandes paragolpes delantero y trasero, que lo hacían 13 cm más largo que la serie 140, otro elemento muy significativo en el 240 fueron la inclusión de los reposacabezas de celosía, una de sus señas de identidad. Bajo el capó, contaba con el motor B21, con una versión de carburador con 97 CV y una versión de inyección de combustible que rendía 123 CV. Tenía suspensiones delanteras MacPherson y dirección de cremallera y piñón.

En octubre de 1974, llegaba a la cadena de montaje el Volvo 260, la serie más alta de gama, que originalmente contaba con dos versiones, DL y GL. El Volvo 264 contaba con un motor V6 de 2.7 litros y 140 CV de potencia. Denominado B27 según su código interno, este propulsor fue construido en Douvrin, al norte de Francia y fue el resultado de una colaboración entre Volvo, Renault y Peugeot. Durante su período de producción, el Volvo 240 se puso a disposición con una variedad de opciones de motor.

 

 

 

En el modelo de 1979 volvo empleó incluso un motor diésel de seis cilindros desarrollado en colaboración con Volkswagen, incluso en algunos mercados contó con un motor diesel de cinco cilindros. En el año 1981 se lanzó al mercado el Volvo  244 turbo con 155 CV, llegando un poco más tarde el Volvo 245 turbo, que estaba disponible con carrocería station wagon.

 

Además de las versiones de dos, cuatro y cinco puertas, también hubo una versión coupé exclusiva, el 262C, construido por la firma italiana Bertone, de la que se fabricaron tan solo 6.622 vehículos entre 1977 y 1981. Otros modelos exclusivos fueron los 264TE, “Top Ejecutivo” y que era una edición de limusina de lujo, o el 245T, que se usó, entre otras cosas, para el transporte escolar en las zonas rurales.

 

Pero el Volvo 240 Turbo también llegó a convertirse en un auténtico auto de carreras, consiguiendo en el año 1985 el Campeonato Europeo de Turismos pilotado por Thomas Lindström y Gianfranco Brancatelli. Otro de los puntos a favor del Volvo 240 fue su reducido nivel de emisiones, siendo en 1976 los primeros autos con convertidores catalíticos y sondas Lambda. Esto hizo que años después, el Volvo 240 fue nombrado coche más limpio de los EE.UU. por la Junta de Recursos del Aire de California.

Debido a tantos premios importantes en Europa y Estados Unidos se fabricó durante muchos años más de los previstos inicialmente. Fue tal el éxito que el Volvo 240 también fue producido en Kalmar y en la ciudad belga de Gante hasta el 5 de mayo de 1993 que salió el ultimo 240 en la planta de Torslanda en Gotemburgo.