La afectación es clara y evidente. Con toda la cobertura –negativa, lógicamente- que ha recibido el autoconstructor japonés en los últimos días, las ventas en territorio norteamericano se han desplomado de forma considerable. Por ello, Toyota evitará inteligentemente que sus patios se llenen con inventario, por lo que ha decidido detener durante algunos días la producción en dos de sus plantas.
La primera está ubicada en Georgestown, Kentuky, en donde fabrican los sedanes medianos Camry y Avalon. Ésta “cerrará” durante cuatro días. Por su parte, la factoría texana de San Antonio hará lo propio durante 10 días en marzo y abril. En esta planta se fabrica la pick-up Tundra.
Y aunque no es oficial todavía, se rumora que la marca está diseñando un plan de recuperación muy agresivo que incluye, entre otras cosas, incentivos económicos –descuentos- muy fuertes para que los clientes regresen a la marca. Y segundo, es probable que las garantías de los Toyota se extiendan hasta por 10 años, para que la gente recupere la confianza de calidad que siempre había tenido. Habrá que esperar.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.