Ya manejamos la variante más capaz de la Ford Bronco Sport, la Badlands, que nos hace preguntarnos ¿Cómo se compara en el papel con sus rivales Trailhawk de Jeep?
Para que un vehículo sea un “auténtico todoterreno”, por mucho tiempo se asumió que se requiere una carrocería sobre bastidor. Sin embargo, esto ha cambiado mucho en los últimos tiempos. En buena parte se debe a que a inicios de este milenio la gente descubrió que la Crossovers monocasco eran más espaciosas, accesibles –relativamente- ligeras, frugales y fáciles de maniobrar, de modo que prefirieron este tipo de carrocería e incluso varios modelos clásicos se mudaron hacia ella –Pathfinder, Explorer, Durango-. También están los avances tecnológicos en materiales, sistemas de tracción y gestión de par.
Sin embargo, la Jeep Grand Cherokee siempre ha utilizado un chasis monocasco, mientras que la Land Rover Defender recién se mudó también a esta configuración. Si bien Ford optó por la base de escalera de la pick-up Ranger para traer de nuevo a la vida a la Bronco, también se usó la base monocasco de la Escape para un nuevo modelo que ampliaría la familia Bronco. Si la Bronco Sport generó algunas dudas, estas se diluyeron rápidamente a medida que Ford demostró que se trata de un todoterreno serio.
Esto ocurre especialmente en el grado Badlands, que tiene ciertas diferencias con el resto de la gama de la Bronco Sport, como una mayor altura al suelo, placas protectoras, opción a neumáticos de 29” o tracción trasera de doble embrague (la tracción total es de serie) ¿Qué tiene la competencia para hacerle frente? Hay varias Crossover monocasco preparadas para tener una mayor capacidad todoterreno, como la Toyota RAV4 TRD Off-Road o la GMC Terrain AT4, pero la Badlands apunta directamente a dos modelos de Jeep: Compass y Cherokee Trailhawk.
Tal como la Badlands, las SUVs de Jeep con el grado Trailhawk tienen tracción total de serie y varias características adicionales para tener un mejor desempeño fuera del asfalto. Así como Jeep creó el sello Trail Rated para sus todoterrenos más capaces, Ford también distingue a la Bronco Sport Badlands con el sello Built Wild. La Ford tiene un precio de salida de $32,820 USD, aunque es posible que se eleve a media que inicien la bonita etapa de negociación con el concesionario. La Compass Trailhawk inicia cerca, en $32,835 USD y aunque la Cherokee podría parecer lejana con $37,540 USD, veremos que en realidad es incluso una competida más frontal en algunos apartados.
Tanto la Compass como la Cherokee tienen un diseño inconfundiblemente Jeep, que se inspira con descaro en las generaciones de la Grand Cherokee. La Cherokee recibió algunas críticas en su momento, con su frente de faros dobles y un diseño más afilado que modelos previos que habían utilizado el icónico nombre, pero pronto encontró su lugar y se situó como el tercer modelo mejor vendido de la marca. La Bronco Sport no ha padecido ese escollo, pues desde el principio se aplaudieron las claves de diseño de la Bronco clásica, al grado que muchos no terminan por darse cuenta que se trata de un modelo independiente de su hermana mayor.
Tanto la Bronco Sport Badlands como la Compass tienen opción a pintura bitono, aunque la Cherokee Trailhawk puede añadir listas negras en el cofre. Por dentro se nota la ventaja en tiempo contra las SUVs de Jeep (la Cherokee se lanzó en 2013 y la Compass, en 2017), con soluciones inteligentes como el piso de goma o las vestiduras en tela lavable, así como el medallón practicable o el destapador de botellas y las luces adicionales en el área de carga.
La Jeep Compass Trailhawk ofrece rines de 17”, faros de halógeno, climatizador, sistema Uconnect 4 con Android Auto y Apple CarPlay, XiriusXM, Wi-Fi 4G, monitoreo de presión de los neumáticos, advertencia de punto ciego, mitigación de colisión frontal y control de descenso de colinas. Monta un motor de cuatro cilindros 2.4 l de 180 hp y 175 lb-pie, con una transmisión automática de nueve velocidades con modos de manejo Auto, Snow, Sand, Mud y Rock Mode.
Por su parte, la Jeep Cherokee Trailhawk cuenta con rines de 17”, luces LED, faros de niebla, climatizador, asientos con calefacción, sistema Uconnect 4 con Android Auto y Apple CarPlay, XiriusXM, Wi-Fi 4G, monitoreo de presión de los neumáticos, advertencia de punto ciego y mitigación de colisión frontal. El motor es un V6 3.2 l de 271 hp y 239 lb-pie, con una automática de nueve marcas con modos Auto, Snow, Sport, Sand, Mud y Rock Mode.
Y la Ford Bronco Sport Badlands viene con rines de 17”, luces LED, neblineros, climatizador, sonido Alpine, climatizador dual, asientos delanteros calefactables, techo panorámico, Ford CoPilot360 con frenado automático de emergencia, monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico cruzado, seguimiento de carril, luces altas automáticas, cámaras 360°, asistente de reversa, sistema SYNC3 con Apple CarPlay y Android Auto, SiriusXM y Ford Pass Connect con Wi-Fi 4G. El motor es un 2.0T EcoBoost de 250 hp y 277 lb-pie, con una caja automática con modos Normal, Eco, Sport, Splippery, Sand. Además, el grado Badlands suma modos Mud/Ruts y Rock Crawl.
Adicionalmente, puede integrar climatizador dual, arranque remoto, techo corredizo, carga por inducción, volante térmico, calefactor del motor o vestiduras de cuero perforado. Todas cuentan con una amplia lista de piezas de personalización, cortesía de Ford Performance Parts y Mopar.
En cuanto a medidas (anexamos una tabla), la Bronco Sport Badlands es más corta que ambas camionetas de Jeep, aunque con más o menos el mismo ancho, además de ser más alta y tener mayor distancia entre ejes. Aunque los ángulos de ataque y salida son muy cercanos entre las tres, la mayor distancia entre ejes de la Badlands castiga el ángulo ventral. Sin embargo, la mayor altura hace que lo compense con la altura libre al suelo y, sobre todo, con la profundidad de vadeo ¿Cuál tiene mejores cotas todoterreno? La Compass será mejor para trepar rocas, la Bronco Sport, para cruzar ríos.
La más espaciosa es la Cherokee. El espacio interior de la Badlands es menor a sus rivales, algo digno de tomar en cuenta, aunque el espacio de carga es el mejor de las tres, de modo que para llevar cosas para acampar es la mejor. Además, las barras de carga en el techo también tienen mayor capacidad. Aunque el precio de la Ford es más cercano a la Compass, sus niveles de potencia son más cercanos a la Cherokee, con un consumo que se ubica en medio de sus dos rivales de Jeep. El equipamiento de la Badlands es bueno y puede ser incluso mejor, pero con esto el precio se acerca a la Cherokee Trailhawk, que se lleva el último punto gracias una capacidad de arrastre que supera a las otras dos combinadas. Lo que no queda en la cajuela o el techo, puede ir en un remolque.
Así, la Jeep Cherokee Trailhawk lidera en consumo y en ángulos todoterreno, aunque algunos podrían estar más dispuestos a pagar más potencia y equipo. Eso nos deja con la Cherokee Trailhawk, más espaciosa y con más poder para remolcar. La Bronco Sport Badlands es la más pequeña y, si se emocionan demasiado al tachar opciones del catálogo, el precio puede ser el más alto. Sin embargo, nos gana por su estética y por el acumulado de pequeñas soluciones inteligentes para viajes fuera del asfalto. Se nota que Ford aprovechó el tiempo, algo obligado luego de virar su estrategia hacia las camionetas. Sin embargo, si sus necesidades son más específicas, sin duda podrán ser cubiertas sin problemas por alguna de las opciones de Jeep.
El Ford Bronco regresa como una familia de vehículos todoterreno, cuyo primer avance es el Bronco Sport, que en su variante Outer Banks, llega a nuestras manos para saber hasta dónde puede llegar este esperado SUV.
Platicamos con Adrián Aguirre, ingeniero en jefe de la Ford Bronco Sport, cuyo desarrolló se realizó en buena parte en México, donde ya se fabrica para toda Norteamérica.
Luego de una muy larga espera, Ford arranca la producción de sus nuevas SUVs Mustang Mach-E y Bronco Sport en sendas plantas en México. Ambas estarán disponibles en los concesionarios antes que termine el año.