Javier Fueyo

Ford lleva invirtiendo en mejores conductores desde el 2003. Su completísimo programa preventivo pasó por la capital del sur de la Florida. “Es alucinante ver la reacción de los jóvenes”, nos comentaba Álvaro Cabal, Ford Multicultural Communications Manager, “esta mañana fuimos al FIU y daba gusto ver cómo los muchachos que probaban el Drunk Suite buscaban a otros amigos para que tuvieran también la experiencia”.

Aprovechando que el traje, que reproduce los efectos del alcohol o las drogas en los sentidos mas importantes de cualquier persona, ya había viajado desde Detroit, el equipo de comunicación de Ford reunió a periodistas y amigos en un conocido restaurante de Wynwood, el nuevo pulmón creativo del centro de Miami.

“Nuestros ingenieros buscan reproducir distintas situaciones y adaptar nuestros autos a esas distintas personas que los van a manejar. En este caso la experiencia está destinada a concienciar a los jóvenes y no tan jóvenes de no beber y manejar”, nos comentaba un emocionado Cabal que le puso el trajecito a más de 100 invitados. Y es que podemos dar fe de que en Ford estos temas se los toman muy en serio.

En que consiste el traje y la prueba. Una gafas, para ser exacto, 3 distintos tipos que reproducen distintos niveles de embriaguez. Unas orejeras que aíslan del sonido, una cuellera muy pesada que ralentiza los movimientos del cuello. Y pesadísimas coderas, muñequeras, tobilleras y rodilleras que reproducen el efecto de pesadez y falta de reflejos que el alcohol en exceso produciría en nuestra capacidad para reaccionar. Para probar lo torpe que nos volvemos, y lo mucho que nos arriesgamos si conducimos después de haber ingerido alcohol la prueba es sencilla: ¡Sigue la línea roja!, ¿Cuál de las dos?, fue mi respuesta. Si hubiera manejado mi auto en esas condiciones les aseguro que la ciudad de Miami hubiera sido mucho más peligrosa que de costumbre.

Hace muchos años el equipo de la revista Automovil, en México (www.automovilonline.com.mx)  tuvimos una idea similar, que llevamos a cabo de una manera mucho más rupestre. Nos fuimos a una pista cerrada y emborrachamos a varios probadores. Tomamos sus mediciones de alcohol, incluso muestras de sangre y los resultados no pudieron ser más concluyentes: si bebes NO, de verdad, NO conduzcas.

Dentro de la intensa actividad del programa de Ford nos pareció muy interesante el nuevo programa que revela las consecuencias de textear y manejar. No se lo pierdan.

El FDSL no es una iniciativa solitaria de la marca del óvalo azul. Con los amigo de Detroit trabajan decenas de organizaciones, entre otras la AARP, GHSA (Governors Highway Safety Asociation) o la todo poderosa NHTSA.

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