Tras su puesta a punto de media vida, el Genesis G70 se mantiene como una opción sólida en su segmento. Aquí nuestra prueba.
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Esta historia ya la vimos: un fabricante asiático proclama su llegada al segmento premium, y las marcas establecidas la miran por encima del hombro. Pasó en los años 80; y cuando los europeos se dieron cuenta, el Acura NSX dejaba atrás a un Ferrari, mientras que Lexus se erigía como la marca premium mejor vendida del mercado. Fue en 2015 que Hyundai anunció la llegada de su nueva división Genesis, aunque no fue un salto al vacío.
Ya conocíamos modelos como el Kia K900 en 2012; el Kia Stinger, el Hyundai Equus en 2010; y el Hyundai Genesis en 2008; todos con propulsión trasera. Fue precisamente este último el que dio nombre a la división, quedando como Genesis G80, mientras que el Equus fue rebautizado como G90, e incluso ambos ya fueron remozados y tuvieron al menos una generación nueva. Más adelante se les unieron los G70, GV80, GV70 y GV60 EV.
Es curioso que el G70 sea ahora el veterano de Genesis. Fue lanzado en 2018 y recibió un refresh de media vida en 2021, por lo que el modelo 2023 que probamos se encamina a la recta final de su camino. Mientras que los sedanes medios generalistas languidecen, los sedanes premium medios conforman uno de los segmentos más nutridos y competidos, con más de una decena de rivales, pese a abandonos como los de Lincoln o Jaguar.
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El motor 3.3T de 365 hp y 376 lb-pie hace una buena mancuerna con la transmisión automática de ocho velocidades de reacciones rápidas y le dan un empuje sólido, acompañado por un sonido melodioso del escape. El chasis de propulsión trasera es ágil, refinado y comunicativo, y para el que lo requiera, hay tracción integral disponible en el Genesis G70.
El lenguaje de diseño con las luces de dos franjas verticales pudo sentirse forzado, pero al final está bien resuelto y le da un carácter más diferenciador al Genesis G70. Nos gusta que como buen auto coreano, ofrece una buena dotación por el precio, especialmente en seguridad, con opciones que no inflan demasiado el costo final de $53,600 USD. No será raro encontrar un alemán $5,000 o $10,000 dólares más caro para tener algo equivalente. Presentación, materiales y ensamble del interior son una agradable sorpresa.
Lo que más nos gustaría en el Genesis G70 es un poco más de espacio en la banca trasera, apretada para adultos de talla media, algo que no es extraño entre rivales europeos. El 2.0T de 252 hp es apenas adecuado. Puestos a ser exigentes, nos gustaría tener disponible la versión Shooting Brake disponible en Corea y Europa.
El Genesis G70 acierta en su misión de verse, sentirse y manejarse como sedán premium, por lo que debería ser mejor valorado que su primo incomprendido el Kia Stinger.
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