Este proyecto que ha sido presentado en Ginebra ha sido posible gracias a la asesora financiera Martha Pou, al CEO de tunera MTM, Roland Mayer, y al diseñador Austríaco Erwin Himmel (su pincel se ve en el Audi Quattro Spider, en el nuevo A8 y en la VW Touareg).
Para comenzar, tenemos la plataforma del Audi R8 V10, de quien conserva su motor. El V10 FSI de 5,2 litros ha recibido dos compresores electrónicos, con lo cual su potencia pasa de 525 a 740 caballos, con un torque de 512 lb-ft. Mantiene la tracción Quattro, pero el chasis ha sido modificado al incluirle nuevas partes en aluminio y fibra de carbono.
Este carro pesa 3,505 libras, que son 66 menos que el Audi R8 V10 y 93 menos que un Aston Martin V8 Vantage. Con todo esto, el Hispano-Suiza V10 Supercharged va de 0 a 62 mph en 3,4 segundos, y es capaz de alcanzar 205 mph de velocidad punta. Aunque son datos dignos de un carro de competición, la marca insiste en que éste es un Gran Turismo. Hispano-Suiza lanzará una versión híbrida, con lo cuál se sumarán 150 HP que se dedicarán a mover las ruedas delanteras.
Este proyecto ha sido duramente cuestionado en Ginebra, pues sería más conveniente que la marca que alguna vez fue peligrosa competencia para Bugatti y Rolls-Royce, hoy se limite a remarcar un producto de otra marca.
El inesperado renacer de esta marca se materializará en Lugano, Suiza, que será donde se ubique la fábrica para hacer las 25 unidades presupuestadas del V10 Supercharged, cada una a un precio cercano a los 700,000 euros (unos 980,000 dólares), sin incluir impuestos.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.