La variante GT del Kia K5 conjuga un transporte familiar con un manejo de tintes deportivos, sin descuidar el diseño y la presentación; una necesaria dosis de carácter al segmento sedán.
Por Juan García
“Kia ahora hace carros espectaculares”, me dijo una persona que observaba el Kia K5 GT afuera de una tienda de autoservicio. Esas son las sensaciones que despierta la marca surcoreana con sus nuevos modelos, y la realidad es que el público no se equivoca: el Kia K5 es un deportivo a considerar.
El Kia K5 GT en particular es un sedán de cuatro puertas con líneas muy aerodinámicas y agresivas —similar a los que ofrecen las marcas alemanas—, que terminan en la parte trasera de manera drástica para que la resistencia al aire sea menor y con un chasis muy bajo para que el producto final sea un auto que genera amor a primera vista.
El manejo de este bólido tiene cuatro modos diferentes: Custom, que se puede cambiar a nuestro antojo, Normal, Sport y nuestro favorito, el Sport Plus. Con este último se desactiva el sistema electrónico de estabilidad, que nos dio la posibilidad de “quemar llanta” en cualquier momento. En general, fue una experiencia retro, ya que no todos los autos de hoy día tienen la potencia y la opción de desactivar dicha función.
Hablando de potencia, esta unidad era de la línea GT del Kia K5, que te da otro motor: a diferencia del 1.6 litros de 4 cilindros estándar, con el GT tienes una máquina de 2.5 litros, también de cuatro cilindros pero que produce 290 caballos de fuerza con 311 lb-ft de torque. Asimismo, la suspensión está afinada para ser deportiva, es decir, es rígida, y las ruedas son de 19 pulgadas con frenos GT. No podemos comentar más al respecto, pero hacen muy bien su trabajo.
La experiencia de manejo del Kia K5 GT está llena de adrenalina. Es excitante. Este auto pide ser manejado por encima de los límites de velocidad. Te implora que empujes el pedal de aceleración a fondo. Invita a probar los límites de la física, pero hay que ser responsables al conducir… Solo nos limitamos a llevarlo al límite de lo permitido.
Los interiores del K5 GT de Kia son modernos y aunque tiene una pantalla de infoentretenimiento flotante que se integra de manera proporcional al panel de instrumentos del conductor, hay un plástico color negro brillante que une a los dos dispositivos. Hay que mencionar que el velocímetro no es digital, algo que nos hubiera gustado ver.
Por desgracia, el sistema de infoentretenimiento de Kia es complicado de usar, la navegación con comando de voz no funciona bien y es difícil saber la diferencia de la función de radio con la de media; no entendemos por qué las separan, pues al final las dos reproducen casi siempre música. Lo que sí nos gusta del K5 GT son los sonidos ambientales para relajar al conductor: se puede escuchar un bosque, un mar o un día con lluvia; un toque especial que tienen los autos de Kia para los días de mucho estrés.
El auto puede llevar a cinco adultos con comodidad, aunque por su diseño, quienes viajen en los asientos de atrás deberían tener una estatura media. Este aspecto no es novedad en los sedanes de hoy, ya que casi todos tienen una línea que cae en la parte posterior. Asimismo, la cajuela también es de buen tamaño (sirve para transportar el equipaje de esos cinco adultos).
En conclusión, se trata de un sedán que se puede usar como un deportivo agresivo o como un auto familiar (no se encasilla en ninguno de los dos segmentos), además, el Kia K5 GT tiene un precio accesible y moderado: $30,400 dólares. Sin embargo, este modelo tendrá un motor pequeño. El paquete GT del Kia K5, como probamos este vehículo, cuesta $35,705 dólares, y es como tú lo debes comprar, ya que es un vehículo ampliamente recomendable.
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