Javier Fueyo

Como en la mayoría de los países del mundo las cifras de autos eléctricos que circulan a día de hoy, no son las que realmente se esperaban, tanto por las marcas como por los gobiernos. Una prueba de estas fallidas previsiones, son las que se marcaron en 2008 en los Estados Unidos, donde se preveía que en 2015 como fecha límite, las carreteras estadounidenses contasen con un millón de eléctricos enchufables rodando.

A día de hoy estas cifras están muy lejos de la realidad, ya que en Estados Unidos tan sólo se han vendido 50.000 eléctricos enchufables desde 2011, los analistas afirman que la cifra con la que se contaba en 2008 para finales de 2015, sólo estará disponible a partir de 2018.

Pero el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hace frente a estas cifras y quiere dar un buen empujón a la venta de vehículos eléctricos, presentando al congreso una nueva ayuda a este sector que incluye 575 millones de dólares y que se sumarían a los ya existentes para el fondo de investigación y dos mil millones de dólares para ayudar al país a alcanzar una situación menos dependiente del petróleo extranjero.

Según las declaraciones del presidente sobre estas nuevas ayudas, se pretende que los Estados Unidos puedan de este modo continuar su marcha hacia una independencia energética. Esta nueva propuesta, se completa con la intención de agilizar y hacer más atractiva la venta de eléctricos, ofreciendo el descuento a los distribuidores para que los precios reducidos puedan ser aplicados directamente a los vehículos.

En definitiva, una apuesta por una nueva movilidad de la que esperamos que jefes de estado de otros países tomen pronto buena nota.