Compromiso de calidad.
Uno de los lanzamientos más esperados por parte del fabricante coreano es el de la tercera generación de su SUV compacto, el Tucson (o “Tuson”, como le dicen los que tienen el inglés como su lengua nativa). Hemos podido ser parte de la celebración por el lanzamiento de este auto que, dicho sea de paso, cautiva desde el primer vistazo. Sus líneas vanguardistas y atrevidas rompen con lo que aún pudiera quedar del diseño coreano.
La tercera generación del Hyundai Tucson llega al mercado como modelo 2016, y ya debe de estar arribando a los concesionarios de todo el país. Con un precio que arranca apenas por encima de los 22 mil dólares, este vehículo tienen con qué pelear contra los que consideramos los rivales más serios: Ford Escape, Toyota Rav-4 y el Honda CR-V. Para poder salir bien librado en una batalla donde Honda y Toyota llevan mucha ventaja, Hyundai ha hecho lo suficiente con el nuevo Tucson para medirse al parejo.
Dos opciones de motorización se encuentran disponibles: un 4 cilindros y 2.0 litros de desplazamiento que por razones de logística no pudimos manejar, pero sí lo hicimos con la variante de 1.6 litros, 4 cilindros y turbocargado que es capaz de desarrollar hasta 175 caballos de potencia y un torque de 195 libras/pie que se encarga de catapultar al auto desde muy bajas revoluciones, de hecho, se siente muy similar a los motores a diésel. Además, las versiones del Tucson que montan este propulsor turbo, están empatadas con la transmisión de siete marchas, automática, única en su segmento. Cabe mencionar que el “delay” del turbo es casi imperceptible y la dinámica de manejo es muy divertida.
En la versión Limited, que fue la que tuvimos en nuestro poder, se cuenta con la tracción total, asientos delanteros y traseros calefactables, radio satelital, tapicería de cuero, distintos modos de manejo (ECO, normal y Sport), asistencia en camino ascendente y descendente, techo panorámico (enorme, eterno, al abrirlo parece que circulamos a bordo de un cabrio), tomas de corriente, receptores de USB, controles al volante (extrañamos unos paddle shifters detrás del volante), sistemas de seguridad optimizados, mucha tecnología, aplicaciones que ayudan a gestionar algunas funciones del Tucson desde tu smartwatch, aire acondicionado, sistema de navegación, apertura de la tapa del maletero sin llave… en fin, un catálogo muy extenso es el que oferta esta edición Limited, el tope de gama de este SUV.
Para tener una mejor idea del comportamiento del mejorado Tucson, la gente de la marca nos invitó a la ciudad de Asheville, en el estado del Norte de Carolina, para exprimir todas las capacidades del auto. Una estupenda ruta dividida en cuatro tramos fue suficiente para exaltar las capacidades del nuevo utilitario compacto. Al llegar al hotel, en el motor lobby ya lucían dos Tucson, una en azul y otra en naranja (los mejores colores desde nuestro punto de vista, pero que nos los ganaron algunos colegas de la prensa). Antes de tomar la ruta, la clásica charla técnica nos abrió más el panorama acerca de este nuevo Hyundai. El trabajo en el chasis para mejorar la rigidez y bajar el peso total del vehículo se nota y los resultados se reflejan en cifras como los dos pies menos que necesita, comparado con sus rivales, para frenar de 60 a 0 millas por hora: 130.3 pies del Tucson por 132.8 del Ford Escape, su más cercano perseguidor.
“Desde que la marca se estableció en Estados Unidos, en 1985, el crecimiento ha sido constante. En el primer año pusimos en el mercado más de 168 mil unidades y el año pasado cerramos el periodo con más de 725 mil autos entregados”, apuntó Brando Ramírez, director de planeación de producto del Tucson. “También hemos tenido un gran avance en cuanto a percepción de la marca: el estudio de JD Power, Initial Quality, nos ubicó en el cuarto lugar global, sólo por detrás de Porsche, Kia y Jaguar”. Sin duda, la utilización de materiales Premium y una manufactura muy precisa, hacen de este Tucson una gran opción del mercado.
Al volante
Lo mejor de este Hyundai es cuando uno está detrás del volante. El acomodo en el asiento se facilita gracias a los ajustes electrónicos que se pueden llevar a cabo con tan sólo oprimir los botones laterales del asiento. Por medio del Start button se le da vida al auto y se nota que el trabajo de insonorización ha sido también prioritario en esta generación. En ciudad se disfruta la comodidad mientras que a la hora de atacar los caminos sinuosos de subida al Mount Mitchell nos muestran la cara más deportiva de este auto. El chasis tiene la suficiente rigidez como para poder incursionar alegremente en las curvas, la pendiente del camino se supera sin problemas con el apoyo del turbo –hay que llevar el acelerador a fondo algunas veces para no perder la inercia- y las frenadas ocasionales son precisas y sin sobresaltos. El silencio al interior se nota ya que los tres ocupantes charlamos de todo y de nada durante horas sin necesidad de alzar la voz.
La lluvia le puso algo más al “ride” y ya de bajada pusimos a prueba el desempeño del Tucson bajo condiciones climáticas adversas. Luces encendidas, limpiadores activados, radio satelital en canal 22 (Pearl Jam Radio) y las cerradas curvas con radios cambiantes nos hacían la tarde más entretenida, tanto que perdimos los puntos de referencia y sí, llegábamos tarde al siguiente checkpoint, pero contentos. Una tormenta en el freeway puso una prueba más para todos y se superó sin mayor apuro.
En la parte final del trayecto, me sorprendió voltear a ver el indicador de combustible y nos quedaba más de medio tanque disponible, pero ya no había más tiempo. Nos esperaba un coctel, un performance, una cena y un vuelo de vuelta a casa que despegaba a las 6.30 am de Asheville y que requería que el que escribe saliera de su habitación a las 4.35 am.
En conclusión
Dos cosas son las que más me gustaron de este auto… bueno, tres. La primera es la filosofía de diseño: funcional, fresco y contemporáneo. La segunda característica que hay que destacar, y la más importante es la de las sensaciones de manejo. Hubo que mover el “drive-mode” a Sport para disfrutarlo en su totalidad. La respuesta de la planta de poder es suficiente, el frenado es muy bueno, pero lo mejor es el sistema de dirección y la respuesta del propulsor desde muy bajas revoluciones (no hay que llevarlo a fondo todo el tiempo). Y bueno, la tercera cosa que más nos llamó la atención es el precio de entrada: 22,700 USD para el modelo SE con tracción delantera. Cabe mencionar que la variante Limited que nos tocó tenía un precio final de 31,110 dólares, pero que bien valen la pena.
El segmento tiene en el nuevo Tucson un rival más, un rival serio y que tiene ofertas en su segmento: asientos calefactables adelante y atrás, caja de 7 marchas, doble embrague, etc. Hay que considerar también que el rendimiento de combustible, en el caso del modelo Limited, se ubica en las 27 millas por galón combinado.
La versión renovada del Hyundai Equus apuesta por la seguridad.