El Subaru BRZ llega a su segunda generación, de nuevo, de la mano de Toyota. Gana potencia y mantiene el reto de ser una fábrica de sonrisas por, relativamente poco dinero ¿Lo logra?
Hace ya 10 años que Toyota y Subaru lanzaron sus deportivos compactos 86 y BRZ. Toyota usó su experiencia en vehículos de propulsión trasera, mientras que Subaru aportó un motor Bóxer de altas revoluciones. La facilidad con que el par hacía Drift hizo que tuvieran un buen recibimiento, mientras que los entusiastas aplaudieron la opción de caja manual, el diseño exterior, el bajo centro de gravedad que proporcionaba el motor de cilindros opuestos y su valía.
En Estados Unidos, Toyota decidió vender el 86 bajo su marca “juvenil” Scion, aunque la defunción de esta al final nos dejó el GT86, mientras el Subaru BRZ nunca tuvo variaciones de nombre. En el terreno accidentado, el interior no era precisamente refinado, mientras que el espacio en las plazas traseras tampoco era apto para adultos de talla mediana. Sin embargo, la mayor queja siempre fue la falta de potencia.
Como el Miata, los BRZ-GT86 podían verse como autos más puristas, más enfocados en el manejo que en el empuje. O como otros lo vieron, como simples lienzos casi en blanco aptos para el tuning. Para el año 2021, ambos se renovaron por completo y, como en sus generaciones previas, apenas algunos emblemas y detalles de equipamiento hacen que difieran uno de otro.
Nos tocó manejar el Subaru BRZ 2022, que es el que les compartimos. Aunque la altura apenas difiere, desde ciertas perspectivas luce más alto, aunque esa impresión desaparece al intentar ingresar. Los faros son más verticales –si les recordaron al Nissan 370Z, no son los únicos-. Es unos 2 cm más corto, esto se nota más en la trasera, aunque también contribuyen los faros horizontales más afilados, que perdieron la línea circular de la generación pasada.
El interior del Subaru BRZ sigue siendo sencillo. “Parco” más que “minimalista”, aunque agradecemos que hayan reducido el uso de plástico que simula ser metal y que el resto de los materiales tengan mejor tacto. Para algunos será oscuro y poco distintivo, para otros, íntimo y deportivo. Elijan su bando. La distancia entre ejes varía 0.2 pulgadas (medio centímetro), es decir, los asientos traseros siguen siendo testimoniales, más una extensión del área de equipaje. Los asientos delanteros mejoran el buen acomodo anterior, con pétalos de buen agarre.
El equipamiento se ha actualizado con un cuadro de instrumentos digital y la suite de asistencias a la conducción EyeSight (sólo para automáticos), con asistente de permanencia en el carril y frenado autónomo de emergencia. También podrán encontrar climatizador dual y una pantalla más grande de 8 pulgadas.
El motor es más grande, 2.4 vs 2.0 litros y también le gusta subir de revoluciones. Gracias a esto recibe más potencia 228 vs. 205 hp, pero sobre todo más par, 184 vs. 151 lb-pie. La inyección doble viene de Toyota. Las cifras no son espectaculares, especialmente en Norteamérica, donde nos fascinan los centímetros cúbicos y el cuarto de milla. Pero el Subaru BRZ no es un auto para arrancones, ni pretende serlo, es un auto para sacarles una sonrisa. Y nuestra sonrisa se borró por una fracción de segundo cuando, en lugar de la transmisión manual, recibimos la automática de seis. En su defensa, es rápida en los cambios y tiene manetas de cambios al volante.
Mientras que la mayoría de los autos, no sólo crossovers, tienden a separar cada vez más al conductor del suelo, el BRZ mantiene su trasero muy bajo. Sumen el peso de menos de 2,900 libras (1,325 kg; el techo es de aluminio) con reparto casi perfecto 50/50 y el bajo centro de gravedad gracias al Bóxer. Esto les dará una idea de porqué la sonrisa es casi unánime al manejar este Coupé: el Subaru BRZ está hecho para excitar sus sentidos, para sentir cada centímetro del pavimento. Algunos podrían preferir un paseo más cómodo y menos crudo, pero sí es el caso, están en el segmento equivocado.
No nos extraña que el Subaru BRZ es uno de los tres finalistas para el World Car of The Year 2022, donde recibió 741 puntos; muy cerca de los 746 de los BMW M3/M4, aunque el ganador fue el Audi e-Tron GT con 786 puntos. Su competencia sería el Mazda Miata RF, aunque es un descapotable; y el BMW 230i Coupé, algo más potente (255 hp), pero más caro.
El Subaru BRZ 2022 inicia con un precio MSRP de $27,995 dólares, $33,250 por un Limited automático como el nuestro. Puede superar los $36,800 dólares, pero créannos, salvo detalles puntuales, podrán pasar de largo la mayoría de los extras. Con su limitado espacio, es más un segundo o tercer auto o para solteros (la edad promedio del comprador es de 30 años); muchos preferirán una más práctica SUV, pero dígannos con sinceridad ¿Cuándo fue la última vez que sonrieron manejando la suya? Nosotros sonreímos sólo al recordar al BRZ.
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