Toyota da a conocer los resultados del primer lustro de su Reto Medioambiental 2050, un plan para impulsar la preservación del planeta en cinco áreas clave.
Durante mucho tiempo, los automóviles fueron señalados como la principal causa de la contaminación ambiental, no sin justificación. Sin embargo, la industria reaccionó, bien por impulso propio, bien por exigencias gubernamentales y de los consumidores. Y todo iba bastante bien… hasta el DieselGate, que acaparó de nuevo los dedos acusadores. El resultado lo conocemos; legislaciones aún más restrictivas para los vehículos de combustión interna de parte de varios países (elaboramos un compendio hace poco), a los que se van uniendo otros como Japón e Israel.
Por supuesto, quedan otras muchas causas: como la generación de energía eléctrica con quema de gas, carbón y petróleo; el resto de la industria; o cosas tan “simples” como el consumo de agua, la deforestación, la generación diaria de basura o el crecimiento poblacional. Pero esta es una página de autos, así que hablemos de ellos. Toyota, uno de los fabricantes automotrices más grandes del mundo y de esta región del planeta en específico, lanzó en 2015 su Reto Medioambiental 2050, con el fin de trazar un plan de acción para reducir su impacto en el medio ambiente e impulsar su recuperación.
Transcurrido el primer lustro de este reto, Toyota publica su Informe Medioambiental de América del Norte 2020. La marca evalúa el progreso alcanzado hasta ahora, al tiempo que traza su plan de acción para el siguiente quinquenio en cinco áreas clave: carbono, agua, materiales, biodiversidad y alcance. Entre los compromisos en materia medioambiental que ha logrado hasta ahora Toyota, destaca la reducción absoluta en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 9%, tan solo en el actual año fiscal, comparado con 2019.
También está el lanzamiento de modelos impulsados total o parcialmente por electricidad: Toyota Mirai, RAV4 Prime Plug-In Hybrid, Sienna y Venza. Toyota ha establecido el compromiso de tener al menos una variante electrificada de cada modelo de aquí a 2025. No solo los autos entran en el Informe Medioambiental de Toyota, también la producción. La marca ha avanzado en las metas de administración del uso de agua en la oficina regional de ventas en la costa oeste y en la planta de Tijuana, Baja California México.
“Tenemos la responsabilidad de ayudar a lograr un impacto neto positivo en el medio ambiente y promover una cultura de mejora dentro y fuera de nuestra organización“, dijo Kevin Butt, director de sostenibilidad ambiental de Toyota Motor North America. “Estas actividades ayudan a ampliar los esfuerzos de conservación y generan conciencia educativa en nuestras operaciones, socios y comunidades”. El plan medioambiental de Toyota abarca Canadá, Estados Unidos de América y México.
Además de tener al menos una variante electrificada de cada modelo, Toyota proyecta vender 5.5 millones de autos electrificados en todo el mundo para 2050. Además, Toyota trabaja con Kenworth para implementar el uso de vehículos de carga eléctricos a celda de combustible (alimentados por hidrógeno) en el sur de California. La marca también proyecta reducir en un 40% la emisión de GEI en los siguientes años; las emisiones ya se han reducido en un 14%.
Las plantas automotrices de Toyota en Norteamérica han reutilizado 623 millones de galones (2.3 millones de metros cúbicos) de agua durante 2019. Para darnos una idea del trabajo de Toyota, de acuerdo a estimaciones de la EPA (Agencia de protección ambiental), estima que la familia promedio estadounidense consume unos 300 galones diarios de agua (1.13 metros cúbicos). Esto equivale al uso promedio de agua de 5,689 familias estadounidenses.
A partir de 2017, Toyota ha impulsado el uso de contenedores de envío reutilizables como parte de su plan medioambiental, lo que ha evitado el uso 54.1 millones de libras (24,540 toneladas) de cartón y 144.3 millones de libras (65,450 toneladas) de cajas de madera.
Toyota ha implementado un total de 17 jardines polinizadores a lo largo de la ruta de migración de la mariposa monarca, símbolo de Norteamérica. No es un esfuerzo disperso, pues forman parte de una iniciativa que engloba a más firmas automotrices y proveedores, para un total de casi 200 jardines de este tipo a lo largo del recorrido del lepidóptero. Además, 13 sitios de Toyota participan en programas de conservación certificados por Wildlife Habitat Council.
En este apartado, Toyota ha apoyado a 70 de sus concesionarios en México, Estados y Canadá para alcanzar la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design, Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), con el compromiso de reducir la generación de residuos y emisiones, el gasto de energía y recursos, así como los costos de operación.
Aunque la tendencia, al menos en países desarrollados, va hacia la prohibición de los motores de combustión interna, Akio Toyoda, presidente de Toyota, no está entusiasmado con esto. Toyoda es un conocido entusiasta de los autos deportivos –impulsor del Lexus LFA, el GT86/86 y el regreso del Supra– y piloto ocasional. El ejecutivo calificó estas medidas como una “decisión miope”, dado el estado actual de los autos eléctricos. Entre los factores negativos que considera, está el encarecimiento de los autos dado el mayor precio de los eléctricos, la escasez de oferta de electricidad y la posible pérdida de empleos.
Toyoda consideró que actualizar la red eléctrica de Japón –que depende en gran medida de la quema de carbón y gas natural- para satisfacer la demanda, costaría entre $135 y $358 mil millones. Lexus recién presentó su primer modelo eléctrico y Toyota planea lanzar al menos seis autos eléctricos en los próximos años, pero el fabricante considera que los motores de combustión interna deben mantenerse por un tiempo más.
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