Desde la sustitución del vidrio por el plástico en las ópticas de muchos vehículos, se viene produciendo un deterioro gradual de dichos elementos con el paso del tiempo, entre los motivos principales de ponerse opacos y de color amarillento, se encuentran la arena, el polvo y otras partículas que los rayan y desgastan, sobre todo si aparcamos habitualmente a la intemperie, y en especial la radiación solar que les afecta en gran medida.
Para devolverles a su estado original podemos utilizar el conocido por muchos como el truco de la pasta de dientes, cuya utilización es muy sencilla, para ello comenzaremos limpiando completamente las ópticas con abundante agua y jabón, con el fin de retirar la contaminación superficial, los aceites, los productos químicos y la suciedad. Tras esta limpieza, empezaremos a aplicar con un paño la pasta de dientes y así pulir toda la superficie de las ópticas, añadiendo después algún desengrasante como WD-40, para darle un acabado brillante.
Otro método para aquellos que no quieran optar por la pasta de dientes, es usar pasta de pulido para carrocería aplicándola con un paño, manualmente o con una pulidora eléctrica o un accesorio de pulido para el taladro. También existe otro proceso algo más complejo pero que puedes realizarlo tú mismo siguiendo algún tutorial, para ello necesitas unas lijas, pasta para pulir color blanco (más conocida como Polish), pulidor para metales y cera para limpiar y lustrar cuando todo esté terminado.
En caso de que nuestras ópticas estuviesen demasiado dañadas, lo mejor es acudir a un profesional para que los lije y pula a fondo, ya que este método es para aquellas ópticas que aun no están totalmente opacas y amarillentas por el paso del tiempo.
En el video siguiente verás una forma similar de reparar los faros, pero también con pasta de dientes.